Sorprendente estilo literario el de la obra elegida. Aquí la opinión de las asistentes.
Nació en Orange, en el sudoeste de Francia (Provence-Alpes-Côte d’Azur) y vive actualmente en Paris. Sus padres y abuelos eran muy musicales y él toca el contrabajo y el violonchelo. Es un gran aficionado a la música, especialmente al jazz, hasta el punto que escribió en 1.983 una novela negra titulada “Cherokee”, como un tema del músico Miles Davies, que fue llevada al cine en 1.991. También escribió “Ravel” en 2006, una biografía novelada del músico.
En Anagrama se han publicado 13 novelas suyas.
En una entrevista publicada en la revista “Le Tempos” en octubre de 2.012 dice sobre 14 :
“En este libro soy como un cineasta con la cámara al hombro. ….Necesito representarme la escena como si fuera un espectador frente a lo que imagino. Tengo que representarme la escena para poder transcribirla”. Sobre la música y lo que significa para él dice “ Pienso siempre en términos de ritmo, melodía, de aceleración……El ritmo me importa mucho”
También dice: “No me gusta mucho recurrir a la psicología en la construcción de mis novelas. No es mi registro. Prefiero que se pueda imaginar lo que pasa en el interior de mis personajes a partir de sus comportamientos, sus gestos, su relación material con el mundo, pero contar que sienten esto o aquello, que piensan esto, que hubieran preferido otra cosa, no, eso no.”.
A propósito de esto cuenta la siguiente anécdota:” Me acuerdo de que un día, alguien me había hablado de una de mis novelas “Lago” o “Nosotros tres”, diciéndome amablemente que había un pasaje que le había gustado mucho. Me lo cuenta y no entiendo nada. Acabé por comprender de qué hablaba, dándome cuenta de que lo había cambiado todo: el sexo de los personajes, los lugares, la situación incluso. Había reconstruido completamente la escena y lo encontré hermoso. Había trabajado en su memoria, como un novelista, inventando. …..Si una escena puede llegar a ser un motor en la imaginación del lector ,eso es el efecto, un poco sobrenatural, de la lectura”.
Sobre el nombre tan raro del protagonista, Anthime, cuenta que lo encontró en un monumento a los muertos en Picardie, región al norte de Paris, y que solo lo vio allí y nunca más lo vio o lo escuchó. Lo eligió por eso, por lo insólito.
14
Jean Echenoz
14 es un libro peculiar sobre la guerra de 1914, la guerra de trincheras.
“Como el tiempo se prestaba a ello de maravilla y era sábado, día en que su cargo le permitía holgar, Anthime salió a dar una vuelta en la bici después de comer”
Así comienza la narración. Dos palabras significativas en la frase: bici y Anthime.
Bici, el primero de una serie de objetos que forman el corpus de la narración. La bici es de una marca significativa: Euntes, “los que se van”, participio presente del verbo latino eo, ir. Y efectivamente Athime se va a la guerra.
Anthime es el protagonista o personaje de arranque de la narración. En el primer capítulo, Anthime sale a dar una vuelta en la bici y lleva un libro atado a ella que pierde en un bache del camino, metáfora del brazo que pierde en la batalla. El libro cae abierto por el capítulo Aures habet, et non audiet. Tienen oídos, pero no oyen, palabras de Jesús, y título de un capítulo de la novela 93, última novela de Víctor Hugo, referente de 1793, año del Terror (1793-1794). Y 93 es también la compañía en que son encuadrados los seis amigos. El libro parece un homenaje a Víctor Hugo.
Jean Echenoz nos hace un inventario de todos los elementos del nuevo arte de la guerra: el armamento. Las guerras han cambiado, hay nueva maquinaria que las hacen más mortíferas. Aparecen la ametralladora, la aviación y los gases de destrucción masiva como grandes protagonistas de las batallas y se construyen trincheras.
El autor muestra una gran capacidad de síntesis. En apenas 100 páginas nos cuenta los grandes cambios que experimenta la guerra, pero también la sociedad y la geopolítica. La guerra nos marca el final de una época y el nacimiento de otra.
“14”, de Jean Echenoz
Jean Echenoz empezó a interesarse por el tema de la Primera Guerra Mundial, debido a una serie de documentos encontrados por azar. Su curiosidad lo llevó a realizar muchas investigaciones sobre el tema, en libros históricos, fotografías, filmaciones... Y decidió escribir una novela sobre la guerra del 14, a su manera.
Su manera es muy peculiar. Emplea un lenguaje conciso, claro y sin florituras. Suprime los guiones de diálogo y los de inciso en la narración, así como los signos de interrogación, con lo que agiliza la lectura, primando el dinamismo de la narración sobre las normas ortográficas, al estilo de Saramago.
"Busco la precisión por puro placer", dice Echenoz.
Los protagonistas principales son: Anthimes y sus amigos Padioleau, Bossis y Acerlen, su hermano Charles, Blanche y su familia. Todos ellos de La Vendée, un departamento francés situado al oeste del país, en la región de Países del Loira.
La historia comienza con un agradable paseo en bicicleta de Anthimes, interrumpido bruscamente por el toque a rebato de las campanas.
Un narrador omnisciente, en tercera persona y en pasado, nos va contando la historia de forma lineal en el tiempo, aunque cambia el escenario; en unos capítulos nos habla de la guerra, de forma descarnada, y en otros de cómo continúa la vida en el pueblo.
En el capítulo 11 se fusionan los dos escenarios. Anthimes estaba gravemente herido… “Y seis meses después... Anthimes, se paseaba por un muelle del Loira”, acompañado de Blanche, que empujaba el cochecito de su bebé.
Llama la atención el tono literario de la narración, sobrio y realista, a modo de crónica periodística, que describe escenas muy duras que apenas conmueven al lector.
“Contienda plenamente industrial” y “Suicidio europeo” , así define Jean Echenoz la guerra del 14.
Algunas figuras retóricas:
Personificaciones: ...balas que silban, restallan, suspiran o gimen según la trayectoria...”
La nieve optó por caer al mismo tiempo que los proyectiles.
Metáfora: ... una potente inyección de morfina lo devolvió a la ausencia de las cosas.
Comparación: Echenoz, que es violonchelista y se ha criado en un ambiente musical, hace que el narrador compare la guerra con la ópera:
...grandiosa, enfática, excesiva, llena de ingratas morosidades, arma mucho ruido y con frecuencia, a la larga, resulta bastante fastidiosa.
Recursos narrativos:
Recurso de anticipación, cuando dice el narrador:
Más adelante vendrán los cazas y los bombardeos, la prohibición de sobrevolar ciertas zonas enemigas, el ataque de los dirigibles y globos cautivos llegado el caso, que será muy pronto, cuando la situación empeore al máximo.
Otra anticipación (cuando Anthimes encuentra a su amigo Padioleau, que se ha quedado ciego):
“Aquellos bastones todavía no eran blancos, no los pintarían de ese color hasta pasada la guerra, ni aquellas gafas del todo negras”.
Una mención especial al capítulo 12:
En la primera parte del capítulo se menciona la relación que tenían los protagonistas con los animales. Después, el narrador hace una extensa disertación sobre el papel de los animales en la guerra. En principio, puede sorprendernos que se les de tanta importancia pero acabamos reconociendo que ahí había otra guerra: “Comer o ser comidos”.
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NOTA:
El tono literario intenta describir la emoción del narrador hacia aquello que cuenta. De ahí que el tono se exprese con un adjetivo que describe una emoción: trágico, irónico, íntimo, jocoso, serio, familiar, moralista, melancólico...
Una de nuestras tertulianas ha querido personalizar su opinión
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