jueves, 7 de agosto de 2014

Las Mujeres y la Primera Guerra Mundial


La historia las ha ignorado, pero al cumplirse el centenario de la Gran Guerra, los estudiosos del tema resaltan el gran papel de la mujer durante el conflicto y sus efectos posteriores. 

 

Propaganda del Ejército fomentando la actividad de la mujer en la retaguardia

 

Dos investigadores, Graciela Padilla Castillo, miembro del Instituto de Investigaciones Feministas en la Universidad Complutense de Madrid y Javier Rodríguez Torres, de la Universidad de Castilla-La Mancha, son coautores de un estudio recientemente publicado y que por su interés  reproducimos  en nuestro Amuberriak.

Ambos estudiosos han consultado fuentes especializadas sobre las mujeres en la línea de guerra, en la retaguardia y en los puestos de trabajo que abandonaron forzosamente los hombres, para ir a combatir. Este estudio  revela  una parte silenciada de la Primera Guerra Mundial: el papel de la mujer. 

Según el trabajo, publicado en la Revista Historia y Comunicación Social, el conflicto bélico paralizó algunos adelantos conseguidos hasta entonces, sobre todo en materia de sufragio universal, pero también desafió el concepto de feminidad existente.

Los dos investigadores han indagado en la documentación sobre la historia de las mujeres en la Primera Gran Guerra.  Las consecuencias sociales y políticas de la guerra modificaron los estereotipos tradicionales de género y dieron paso a una nueva mujer moderna, que no se limitaba a vivir en el ámbito privado del hogar. Pero, cuando se volvieron a rehacer las ciudades, al finalizar el conflicto fue como si esto nunca hubiera pasado”, explican.

Sufragistas en Nueva York. 1912

La contienda paralizó adelantos conseguidos, sobre todo en materia de sufragio universal, pero también desafió el concepto de feminidad existente. Según los investigadores, la mayoría de los tratados obviaron la figura y las tareas de la mujer durante la Primera Guerra Mundial, que quedó en la retaguardia, “pero ni mucho menos en segundo plano”, añade.

El paso decisivo para los derechos de las mujeres no llegaría hasta 1947, cuando la Comisión sobre la Condición Jurídica y Social de la Mujer de Naciones Unidas, creó un borrador que pretendía ser instrumento legal para articular los derechos de hombres y mujeres.  Muchas mujeres quedaron oscurecidas por sus parejas en este período, porque incluso les tenían que regalar sus obras y sus avances para que los publicaran ellos en vez de ellas”, apunta Rodríguez.

Enfermeras británicas en el campo de batalla

"Hasta el momento de la guerra se había avanzado hacia nuevos derechos la mujer, como el sufragio universal y la educación. Con la contienda todo se paraliza. Curiosamente, se rompen las costumbres patriarcales pero, al acabar, lo primordial fue reconstruir las ciudades, atender a los heridos y a los mutilados, y esto supuso un freno para muchas cosas, también para la situación de la mujer", subraya Padilla.


Las mujeres en las trincheras

Los datos del Instituto Henry Dunant indican que durante 5.000 años de historia, se han producido más de 14.000 guerras, que han causado la muerte de 5.000 millones de seres humanos.  


     

“La mujer, como parte de la población civil y obviada en cualquier toma de decisión, resulta ser, sobre todo, víctima y, por lo general, son ellas las que calladamente, en periodos de guerra, han garantizado la supervivencia de su familia e incluso, de su comunidad”, explican en el estudio.

La Primera Guerra Mundial movilizó a unos 65 millones de soldados entre todos los contendientes, provocó que la retaguardia quedara huérfana de mano de obra y hubo que recurrir a la mujer para mantener la producción.  Como ejemplo, la investigación recalca que 430.000 francesas y 800.000 británicas pasaron de ser amas de casa a obreras asalariadas e incluso, muchas de ellas formaron parte de la propia guerra.

En Alemania, sin participar directamente en las unidades de combate, contribuyeron en las actividades de la guerra, trabajando en las fábricas de armamentos y desarrollando diversas tareas cerca del frente de batalla: avituallamiento, depósito de municiones, etc. Poco antes de terminar la guerra, casi 68.000 mujeres reemplazaron a los hombres que estaban en el frente”, aseguran.

Las mujeres ocuparon los puestos de los hombres ausentes

Según Padilla, “las mujeres demostraron que podían tener roles totalmente nuevos. Antes de esta gran guerra se hablaba de que las mujeres no podían desempeñar  los mismos trabajos por diferencias físicas y psicológicas, y eso afortunadamente se rompió”.

En Inglaterra, las mujeres también participaron en el conflicto bélico como civiles, con o sin remuneración. De hecho, 80.000 mujeres se enrolaron como auxiliares en las unidades femeninas de las fuerzas armadas. Otras tantas prestaron servicio como enfermeras.

En Rusia se formó la primera unidad de combate exclusivamente femenina, el Batallón de la Muerte de Mujeres,  compuesto  por 2.000 voluntarias que fueron entrenadas por  Maria Leontievna  Bochkareva, más conocida por su apodo de  Yashka.


En España hubo también avances, pero muy alejados de los países de la contienda. “Si quisiéramos compararlo con nuestra guerra civil –comenta la experta– no existe prácticamente relación. Se produjeron casos semejantes únicamente en educación, pero en la I Guerra Mundial estábamos bastante por detrás de otros países. Tampoco hubo comandos o unidades de soldados mujeres. O, si existieron, no le han dado visibilidad hasta donde hemos averiguado”.

Los españoles habían perdido ya en este momento los últimos territorios del Imperio colonial y, por tanto, estaban al margen de los asuntos continentales que ocupaban las claves diplomáticas de esta época. “Era una pequeña potencia con intereses reducidos al norte de África, a la sombra de los intereses coloniales de las potencias europeas”, exponen.

Cambio del estereotipo femenino

La Primera Guerra Mundial trajo consigo los primeros conceptos modernos sobre la mujer y la sociedad: la aparición, por primera vez en la historia de Europa, de una sociedad mixta.

Las féminas ocuparon los sillones de los varones y pudieron mantener una vida pública y privada que favoreció su desarrollo personal y profesional. Asimismo, rompió con las costumbres de la época, provocó cambios sustanciales en las relaciones familiares y maritales, y hasta cambios estéticos que siguieron impulsando su emancipación.

"El mejor ejemplo de este cambio político es Gran Bretaña. Allí, las sufragistas perdieron, catorce veces, pugnas parlamentarias para conseguir el derecho al voto. Sin embargo, su empoderamiento como consecuencia de su contribución a la Gran Guerra fue decisivo para su obtención, señalan los investigadores. "Lo consiguieron, finalmente, en 1928".

España seguiría el ejemplo con la Constitución de 1931, durante la Segunda República. Las mujeres españolas ejercieron su derecho al voto, por vez primera, en las elecciones de 1933. Esto también sustenta la idea de que el país no participó en la Gran Guerra directamente, pero se vio involucrado ideológicamente, con sus consecuencias negativas y positivas, como en el caso del sufragio femenino. La dictadura de Franco lo anularía de nuevo hasta 1975.

FUENTES :  Elcorreo.com    4 agosto 2014: Trincheras con nombre de mujer. ( Eduardo Olaverri )   Diariodenavarra.es : Las trincheras de la Gran Guerra tenían nombre de mujer.  4 agosto 2014  ( Colpisa Mujer ) 
 
Coordinación: Julia Gómez Prieto. AMUB

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