domingo, 21 de junio de 2020

Tertulia de junio: El Olvido que Seremos





El olvido que seremos de Héctor Abad Faciolince (Medellín, 1958) es un precioso libro por su calidad narrativa y sobre todo porque el protagonista de la historia es el doctor Héctor Abad (1921-1987), un progenitor diferente: “Cristiano en religión, marxista en economía y liberal en política”


Hector Abad Faciolince con su padre

Aquí vuestro comentarios. Muchas gracias por participar.




A.

Quiero empezar diciendo que me ha gustado mucho. Está lleno de matices 
de los que se podrían extraer muchas impresiones, con diversas formas de
sentirlo e interpretarlo

Refleja una familia de clase media.   Sin aparentes  conflictos  internos que
pudieran derivarse de la disparidad de formas de pensar y de actuar de los
padres.   O de  celos y rivalidades  entre hermanos,  dado el mayor acerca
miento entre  el padre y el hijo.

La relación padre-hijo está basada en el amor, la tolerancia, la comprensión, la confianza, la complicidad....   Todo lo que a un niño le hace sentirse que
rido, protegido y feliz.  Conexiones que generalmente se establecen con las
madres, pero que en este caso se producen con el padre. Puede que fuese
dada también  por la inclinación natural de que cuando hay muchas mujeres en el entorno familiar, los hombre - en minoría - se unen más. Y que con el tiempo fue’ creando un fuerte vinculo y una unión  muy especial.

Describe a un padre valiente, luchador, comprometido activamente en mejo
ras sociales para los más  necesitados, imprescindibles para su desarrollo, tales como el agua, la higiene, la educación.

También habla de un padre cariñoso, bondadoso, permisivo, tolerante. Que
quería transmitir a él y a sus hermanas los valores en los que creía. Con res
peto a los padres, pero sin miedos, con confianza, con ideas de libertad y justicia social.   Con la absoluta convicción y  firme creencia de que fomen
tando los valores de libertad, educación y justicia social, se harían Socieda
des más Justas y Evolucionadas.

 — Con la educación que mi padre me dio’, no me enseñó a ser bueno,sino 
a no ser malo ni vengativo —

No habla de su padre como machista — bastante sorprendente en aquella época y en un país de acentuada cultura de  “machitos”— pero si tradicional 
y conservador,  y eso inducía a que hiciera diferencias con las mujeres de la familia. Tal es el caso de un largo viaje que hicieron a casa de su tío donde
pasaban el verano. Ellas se fueron en autobús, cargadas con maletas y mu
chas horas hasta llegar a su destino. A  diferencia de ellos que  tomaron un avión  cómodo  y rápido.   El incidía  en  la creencia de que  las mujeres eran 
las valientes, las prácticas,las capaces de todo. Por el contrario los hombres
eran los torpes, los inútiles en la vida real y en los inconvenientes de la vida diaria.  A su hijo  ese  comportamiento  le parecía   normal  en ese contexto.
Mas tarde se daría cuenta de que Si era una  actitud machista  .y de injusta
desigualdad.

Es de admirar que sus padres siendo tan diametralmente opuestos ( él, con
formación científica y agnóstico. Ella, extremadamente religiosa. Ella capita
lista. El socialista y liberal ) se entendieran tan bien y se respetaran tanto.
El era mas puritano y tradicional en sus formas, pero liberal en su pensamien
to. Por el contrario ella, que en teoría  se ceñía más  a las enseñanzas de la
iglesia,  pero en la práctica  era más abierta y  liberal. Hasta el punto de pro
porcionarle preservativos cuando su marido viajaba, para protegerse en mo
mentos de debilidad y evitar contagios.

Todo un gesto de amor, apoyo y complicidad es lo que demostró  su madre
al montar su propia empresa, gracias a su sentido práctico y emprendedor. 
Permitiendo así y animando a su padre a que se dedicara a sus trabajos sociales, teniendo la economía de la casa resuelta gracias a su ingresos

Me  parece muy acertado el modo y la  delicadeza con que  trata el  tema,
cuando sorprende a su hijo masturbandose. Demostrándole sensibilidad y respeto al excusarse por invadir su  intimidad sin querer,  entrando en su dormitorio sin llamar. Tranquilizándole y dandole a  entender que era  una 
cosa natural. Que en la adolescencia se está cargado de hormonas, y por
lo tanto es normal explorar y descubrir su propia sexualidad. Que no era 
nada sucio en absoluto. Y que desde luego no había que sentirse culpable
nunca por ello.

También me  pareció muy  comprensivo  y  esclarecedor  la  forma en qué abordó la preocupación de su hijo creyéndose homosexual, por la excitación 
que sentía viendo a sus compañeros desnudos. Al explicarle que era muy joven y  por lo  tanto pronto para  saberlo,  puesto  que no  tenía  aún   su sexualidad definida y podría tener señales que lo confundieran. Pero que
si llegado el momento fuese así, no tendría que sentirse mal, ya que no era nada que tuviese que ver con su  voluntad, sino con  la propia naturaleza,
contra la que no se puede luchar. Que no era un vicio, sino una inclinación 
de su  sexualidad  que escapaba  a su control.  Que era como ser zurdo o 
diestro, solo que los zurdos son un poco menos numeroso.
Que lo que sí tendría que hacer en ese caso, seria aprender a convivir con una Sociedad ignorante, intolerante y discriminatoria,  para evitar sufrir lo
menos posible.

Y quiero acabar con unas reflexiones del autor.

—  Con la influencia beneficiosa de mi padre, he podido ser, un malo que no ejerce, un cobarde que se sobrepone con esfuerzo a su cobardía y un avaro que domina su avaricia. Y lo mas importante. Si tengo alguna felicidad en mi vida, alguna madurez.  Si me  comporto de  una manera  decente. Si no soy antisocial,  a pesar de  haber  soportado  atentados  y violencia,  todavía soy pacífico. Es porque mi padre me quiso tal y como era y me mostró el camino
para sacar la mejor parte de mí. —

B



                                El Olvido que Seremos. Héctor Abad Faciolince.
1-     Por qué esa admiración y amor tan inmenso hacia el padre?
Creo que el amor que se profesaban padre e hijo era mutuo e inmenso, su padre era su héroe, su guía, siempre amigo y nunca juez, de corazón generoso, comprensivo, tolerante y además era la alegría de vivir personificada, cómo no amarlo sin medida?, y la prueba son sus mismas palabras: “El niño, yo, amaba al señor, su padre, sobre todas las cosas. Lo amaba más que a Dios. Un día tuve que escoger entre Dios y mi papá y escogí a mi papá”
2-     En detrimento del amor hacia la madre?
El amor que él siente hacia su madre, no es comparable al que siente por su padre, al que está mucho más unido, su madre queda en un segundo plano y aunque admira su trabajo a favor de la familia, su padre está por encima de todo.
3-     Si tuviéramos que destacar una virtud de la madre y una del padre, cuáles serían?
En esta familia, los papeles parecen estar invertidos, la madre es la “capitalista”, la “proveedora”, para que a sus hijos no les falte nada y sobre todo para que su marido no tenga que renunciar a su papel de “idealista”, que parece ignorar el valor del dinero y es un poco “derrochón” pues presta y regala su dinero a los que se lo piden sin pensar en las necesidades de su familia y para que así pueda expresar siempre sus ideas sin temor a perder su puesto de trabajo en la universidad. No podemos hablar de una sola virtud en el padre, ya que eran múltiples en el plano social, pero el amor que siente hacia todos sus hijos, es el “Amor” con mayúsculas.
4-     Es una obra de carácter social, o sólo intimista?
Es intimista en el sentido que es un relato desgarrador y emocionante sobre la relación con su padre, pero es sobre todo un homenaje a las ideas progresistas de su padre en defensa de una clase desfavorecida y un alegato contra la violencia que le costó la vida.
5-     Cuál es la relación del niño con las hermanas?
Es una relación de cariño, de admiración por la belleza de todas, por sus habilidades musicales o sociales, pero un poco distante, es la muerte de Marta , la que parece que le acerca más a ella y nos narra su dolor, el de sus padres y otras hermanas, por su pérdida, que considera muy injusta.
6-     Cómo entiende la monja la religión?
Como una manera de “salvarse” individualista, a base de rezos cada noche al acostarse, rosarios y peticiones a santos, además de la asistencia a misa, sin la cual, en este caso el padre, iría al infierno, a lo cual el niño responde: ” A mí no me gusta el cielo sin mi papá.” “Prefiero irme para el infierno con él.”


C .

"El olvido que seremos", aquí va mi modesta contribución.
El libro me ha gustado muchísimo y me ha hecho recordar cosas de mi infancia y de mi propio padre.

1.- El autor demuestra un inmenso amor y admiración por su padre que juzgo muy merecidos ya que su progenitor le dio las herramientas necesarias para llevar una existencia plena: libertad, confianza, ejemplo y mucho amor.
Su padre tenía una máxima, que encuentro muy acertada: "Si quieres que tu hijo sea bueno, hazle feliz"
El padre era muy cariñoso con él, le besaba y abrazaba constantemente. " Sus besos me hacían falta, me daban seguridad", dice el autor, y también "No le tenía miedo, sino confianza; no era déspota, sino tolerante; no me creía tonto , sino brillante".
Además, con su ejemplo, le enseñó a tener una conciencia social y a respetar a todos los seres humanos, sin importar su religión, su origen o su situación económica.
El autor concluye: " La única receta para poder soportar lo dura que es la vida, es haber recibido en la infancia mucho amor de los padres". Lo que suscribo completamente.

2.- El autor afirma que así como otros aman a su madre, él amaba a su padre sobre todas las cosas. No habla mal de ella, al contrario, pero su felicidad le venía de su padre.
Su madre prefería a sus 5 hermanas y les dedicaba mucho más tiempo y atención y a é l le trataba "con un rigor justiciero". Su madre era el sostén económico de la familia, la sensatez personificada. Es un personaje con una curiosa contradicción. Por un lado era muy religiosa y tradicional y por otro, era muy moderna y se puso a trabajar y a mantener a su familia, como una feminista "avant la lettre".
Era la sobrina del Arzobispo de Medellín, aunque se había criado como su hija, y como tal , había vivido en un palacio y en un ambiente religioso y privilegiado.
El autor no habla mucho de ella, ya que su pasión por su padre no le dejaba mucho espacio.
Entre la concepción del mundo de su madre y de los religiosos que le rodeaban y  la de su padre, había una guerra. Por un lado, el humanismo y la ilustración jacobina del padre y por el otro, la tradición católica más reaccionaria. En su confusión, el autor recibía por las noches las explicaciones amorosas de su padre, que se lo aclaraban todo. Los padres eran muy diferentes, pero se complementaban y se querían mucho, lo que daba solidez a la familia.

3.- De la madre destacaría la sensatez y la inteligencia práctica. Del padre, la generosidad y el humanismo.

4.- En su inicio, la novela es intimista ya que el autor narra sus vivencias más tempranas, pero después, cuando describe la lucha de su padre por mejorar la vida de sus conciudadanos, deviene una obra social y un testimonio político.
Yo no conocía a Héctor Abad padre, un ser humano que me ha conmovido profundamente por su forma de ser, de educar y de luchar por un mundo mejor.

5.- Héctor Abad hijo, dice respecto a sus 5 hermanas:" Tener una madre es difícil; ni les cuento lo que es tener seis". Como único hijo varón, no participaba de la forma de ser, de pensar o de actuar de sus hermanas, pero las quería mucho y cuando su hermana Marta muere, toda la familia sufre muchísimo y él también.
"El presente y el pasado de mi familia se partieron con la devastadora muerte de Marta"

6.- La monja, la hermanita Josefa era de una tradición religiosa sin fisuras. Le hacía rezar todas las noches, le amenazaba con el infierno y le leía la historia terrible de Genoveva de Brabante y las de otras santas y mártires.
Este personaje me recuerda mucho a mi abuela María, con la que conviví hasta que murió , a mis 10 años. Había sido novicia y mi abuelo la sacó del convento para que se casara con él, viudo con 2 hijas pequeñas. Ella le dio 5 hijos más, entre ellos mi madre. Con su profunda religiosidad me perseguía con su rosario, que yo odiaba, y me obligaba a dejar mis libros"pecaminosos" escritos en francés para que leyera las vidas de santos y entre ellas la de Genoveva de Braganza", que aún no he olvidado. Menos mal que como Héctor Abad yo tenía el contrapunto de mi padre que era un hijo espiritual de la Institución Libre de Enseñanza.

Mi conclusión: como el autor, tuve la suerte de tener un padre ilustrado, jacobino y agnóstico que se preocupó de darme mucho amor y una educación maravillosa en aquellos años oscuros del nacionalcatolicismo español. También para mi, la figura de mi padre oscurece la de mi madre, que fue una buena persona, dulce y sencilla, pero mucho más interesada en mi hermano, en la religión y en las tareas del hogar. Por desgracia, perdí a mi padre demasiado pronto, a mis 23 años, por un repentino derrame cerebral. Aun hoy le sigo echando de menos, 53 años después, así que este libro me ha llegado muy adentro y no soy capaz de juzgarlo únicamente por sus valores literarios.


D.
Mi opinión sobre este libro es que no me ha resultado fluido, mas bien ha sido denso .
Creo que el autor es buen escritor pero le ha podido el sentimiento.
Su padre llenaba toda su vida , ocupaba un lugar tan inmenso en todas las facetas de su vida y segun refiere siempre con la mejor actitud, el cariño mas enorme , los elogios constantes, que es logico que quisiera de una forma, a mi entender que se sale de lo natural, a ese padre colocado en la leyenda.Las virtudes del padre las magnifica y como era una presencia universal en la vida del niño , que ademas rectificaba o anulaba otras enseñanzas que podia recibir. Pues era un dios para el.
Por supuesto en detrimento de la madre, que era una persona fuera de serie y de la que apenas resalta valores y que en su infancia ocupa un papel casi irrelevante . Y  a pesar de ser la que mantiene la familia en idas y venidas del padre y termina siendo hasta el soporte material y todo ello llevado con sencillez . El autor habla de ella como alguien sin apenas interes y las virtudes que menciona casi parece que fueran una obligación en una madre de familia.
El padre creo que ademas de ocuparse de la prevencion sanitaria en condiciones adversas, parece que era buen padre .
La madre creo que era de una entereza sin limites, buena madre, con una paciencia infinita. Inteligente y buena en la economia y negocios. 
La obra como el autor dice quiere contar lo que pasó con su padre , y abarca la vida privada y publica de su padre , y ahi ya entra en explicar bastante ampliamente la sociedad y la politica que rodearon esa epoca en Colombia. 
Cuando es niño parece que el era una cosa y las hermanas otra.Su padre se dedico en gran medida a el y salvo con la hermana pequeña Sol que parece que tenian a la monja que cuidaba de ambos no refiere muchas cosas compartidas.
Cuando crecio las hermanas se fueron casando por lo que tampoco tenian mucho en comun.
Respecto a la religion y la monja,  tenia una vision estrecha y poco recomendable , ahi la influencia del padre si era afortunada


E. 
La importancia de esta novelación de la realidad  supone una delicia para los sentidos entre otros motivos por su estructura, la narración cronológica de la vida del hijo en relación con los momentos en los que el padre era hito protagonista, complementada con historias de personajes, en especial de su madre y hermanas, de la propia sociedad donde se desenvuelven, de las costumbres y del ecosistema. Una maquinaria que nos envuelve y nos lleva a la empatía con la familia de Héctor porque como decía Ortega y Gasset “yo soy yo y mis circunstancias” y sólo se puede comprender a un ser humano si se conoce su entorno.
Héctor padre era un médico al que su hijo nos trae lleno de virtudes profesionales, personales y como padre. Era un convencido luchador de la medicina preventiva, de las infraestructuras de saneamiento para evitar las enfermedades. A la par, que un hombre comprometido que exigía a los poderes públicos que invirtieran en estas infraestructuras. Perdió la vida por su implicación en la política y por su pelea social (era llamado “El Apóstol de los Derechos Humanos”). Hasta aquí la parte social de la novela.
En cambio lo que cala mas hondo es la parte intimista. la relación entre el padre y el hijo. La educación poco habitual que Héctor-padre daba a su hijo, la posibilidad de dormir con él, de mostrar los afectos de manera física, de respetar sus momentos de aversión a asistir a la guardería, el año sabático que le permitió en Nueva York, la visión de aprendizaje que tenía de los supuestos fracasos, la tolerancia ante la sexualidad. Este padre creía en la educación a través de emociones de felicidad, nunca obligaba a su hijo a comer lo que no le gustase, ni a asistir a donde no quisiese, incluso, cuando ya fue mayor y empezó varias carreras, teniendo ya una hija, viviendo de sus padres, Héctor, ya abuelo, buscaba el lado bueno y quitaba tensión diciendo que cuanto más avanzado es un ser vivo más tarda en madurar.
Llama la atención el cariño que se profesan padre e hijo en una sociedad poco propicia a que los hombres muestren ternura. 
No creo que el cariño hacia el padre sea en detrimento al de la madre. El autor ensalza la figura de su madre en "roles"no propios de la mujer ni en aquellos lares ni en aquellos años. Cada uno tiene su espacio. Eran muy distintos, pero se respetaban y cada uno se ocupaba de hacer aquello que se le daba mejor o que le pedía el corazón. Un equilibrio perfecto.
En cuanto a la religiosidad de la monja...... pienso que era pre-conciliar y daba más importancia a las formas que al fondo de la religión.


F.
Me ha gustado el libro, pero me hubiese encantado una tertulia presencial porque me quedan muchas cosas por decir, discutir y comparar. A ver cuando vuelve la normalidad absoluta y conseguimos esos coloquios que tanto enriquecen.



Es un niño muy sensible que responde al amor inmenso que le demuestra su padre. En la infancia la admiración es producto de ese amor. Cuando es más maduro a pesar de que ese amor INCONDICIONAL del padre llega a ahogarle(metafóricamente) la admiración sigue siendo
 total pues ve en su padre un ser esencialmente bueno,coherente y valiente.  Capaz de demostrar lo qu siente en todo momento ,aunque le pueda traer graves consecuencias,

No hay detrimento del amor a su madre  ,simplemente ese amor es diferente. Cada uno ejerce una influencia positiva para su desarrollo.

Virtudes de la madre :el amor  INCONDICIONAL  a su marido junto con una visión más realista de la vida. En cambio no hay reproches serios, sino también admiración y como no una preocupación por lo que puede ocurrir.

La obra me parece sobre todo intimista. La relación padre-hijo es de una gran belleza sin caer en ser empalagosa. Sin querer nos hemos retraído a nuestra propia infancia y nuestras vivencias.


El papel de la monja no lo veo relevante,sobre todo por las personalidades tan fuertes del resto de los protagonistas.

G.

Me ha gustado el libro. Me parece de una profundidad enorme  y me ha llegado a emocionar la manera tan delicada de expresar los sentimientos .
 Pienso que el amor hacia el padre no era mas que pura correspondencia  a un ser que lo daba todo, pero no solo a nivel familiar, sino a nivel trabajo, social y político.
En los primeros años el niño solo es consciente de "cuanto" le quiere su padre, pero a medida que va avanzando en la vida se da cuenta del ser tan excepcional que tiene delante y ese amor se transforma en una mezcla de amor y admiración.
Si el amor hacia la madre sale malparado en esta relación es absolutamente discutible. El amor es infinito y como tal llega para todos.
Creo que la madre es un cúmulo de virtudes, pero si tuviese que destacar una ,diría que el respeto hacia su marido. No le cuestiona en exceso, sino que con un respeto enorme llena los huecos que el puede ir dejando. Algo que resulta muy difícil en el día a día de una relación.

Lo que podría ser solo una obra intimista ,resulta tener un perfecto equilibrio para situarnos en la situación social y política de la Colombia de aquellos años.
La relación con las hermanas ocupa un segundo plano, pero es curioso comprobar que existe cariño, aunque las hermanas hacen "piña".
El personaje de la monja es nefasto. Es el punto que describe la religión malentendida . La intolerancia por la intolerancia. Algo muy propio de la época. También creo que puede hacer reflexionar porque tuvo tantos problemas la Teología de la Liberación dentro de la iglesia de las Américas.



En el bolsillo del Dr. Abad encontraron estos versos de Borges que son todo un testimonio y una reflexión.





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