Dentro del Ciclo de Conferencias programado por AMUB para este curso 2016-2017, la Catedrática Emérita de Literatura, Carmen Casado Linarejos**, nos ofreció una interesante charla sobre el tema.
Por su interés y actualidad, y con la amable autorización de la autora reproducimos a continuación el texto íntegro de dicha Conferencia.
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"Cervantes y las mujeres"
Retrato atribuido a Juan de Jáuregui, también llamado el Pseudo-Jáuregui |
Nacimiento y primeros años
A pesar de la gran cantidad de trabajos y de biografías existentes, la vida del autor del Quijote sigue siendo un misterio en muchos aspectos.La fecha y el lugar de nacimiento se conocen desde hace nada más que 50 años, que es el tiempo transcurrido desde que se conoce el lugar exacto que debió ocupar su casa natal.
Cervantes no hablaba nunca de sí mismo, por lo que desconocemos todo de su intimidad. Posiblemente por poseer una extraordinaria inteligencia hablaba poco de sí mismo.
Que naciera en Alcalá de Henares ha costado siglos esclarecerlo. Se han barajado muchos lugares, entre ellos Alcázar de San Juan, Consuegra, Sevilla, Lucena, Madridejos, Herencia, Madrid, Toledo y, últimamente, el instituto Nova Historia, de Cataluña, afirma que Cervantes en realidad se llamaba Miquel Servet y escribió el Quijote en catalán, perdiendo mucha calidad en la torpe traducción al español.
Tampoco fueron de ayuda sus testimonios, ya que con frecuencia miente sobre su origen para beneficiar a algún vecino o alguna causa. Menciona Esquivias, Toledo, Sevilla, Madrid, pero no Alcalá de Henares.
Sabemos que fue bautizado en la iglesia de Santa María, de Alcalá, el 9 de octubre de 1547, por el acta de bautismo milagrosamente conservada gracias a la habilidad de su párroco, en 1936, cuando la iglesia fue intencionadamente incendiada. El párroco escondió el libro de actas de bautismo en una caja de galletas herméticamente cerrada que luego escondió en un pozo a la espera de que pasara la barbarie destructora de iglesias.
Se sospecha que nació el 29 de septiembre, día de San Miguel . De Alcalá salió con 4 años. Los abuelos maternos eran labradores . El abuelo paterno-Juan de Cervantes-era cordobés y estudió leyes. La biografía de este hombre, muy agitada, parece sacada de una comedia de enredos. Se pasó la vida pleiteando. No parece que fuera una persona con escrúpulos. Para muchos fue un auténtico rufián mezquino e interesado.. Pasó un tiempo en la cárcel de Valladolid, la que más tarde conocería su hijo Rodrigo-padre de Miguel-y el mismo Miguel . Américo Castro nos dejó interesantes datos sobre este curioso personaje .
Rodrigo era su segundo hijo que casó con Leonor Cortinas. El viejo no asistió a la boda, ni al bautizo de sus nietos, que se sepa. Miguel fue el cuarto de los 7 hijos . De los padres de Miguel se sabe muy poco. Del padre sabemos que era cirujano, es decir, entre barbero y sangrador . No le iban bien las cosas económicamente hablando y la familia se trasladó a Valladolid en busca de mejor fortuna. Era el año 1551. Valladolid tenía entonces 45.000 habitantes y tampoco les fue bien. La necesidad obligó a Rodrigo a recurrir a un usurero que le llevó a la cárcel por impago de deudas y la familia fue embargada. Conocemos la lista de los bienes embargados y da pena leerlo : 3 sillas viejas y dos bancos. La fortuna de una familia muy pobre.
Se trasladan a Córdoba donde pensaba Rodrigo encontrar menos competencia que en Valladolid. Encontró trabajo en el hospital de la Caridad y en la cárcel del Santo Oficio. Miguel ya tenía 7 años y empezó la escuela. También sus hermanas, lo que no era frecuente en la época, ya que las mujeres eran analfabetas. Estudió con los Jesuitas, a quienes alude en "EL COLOQUIO DE LOS PERROS" en estos términos ; “Aquellos benditos padres y maestros que enseñaban enderezando las tiernas varas de su juventud, reñían con suavidad, castigaban con misericordia, animaban con ejemplos, incitaban con premios”.
Casi nada sabemos de los Cervantes en estos años. Miguel se aficiona a la lectura. Murieron los abuelos, siguen los problemas económicos y la familia abandona Córdoba y les perdemos el rastro hasta 1564.
Este permanente estado de precariedad económica probablemente produjo en Cervantes esa actitud servil hacia los poderosos buscando su protección y mercedes que nunca obtuvo.
La familia se trasladó a Sevilla atraídos por la riqueza de la ciudad. Había en Sevilla gran afición al teatro, con famosos corrales de comedias. Allí Miguel conoció a Lope de Rueda, a quien admira y elogia sin paliativos en el prólogo a sus 8 comedias.
Las hermanas de Miguel tendrán suertes distintas.: Andrea, la mayor, será seducida por un joven que le promete matrimonio, promesa que no cumplió, pero de cuyas relaciones nacerá Constanza, a quien Miguel profesará mucho cariño. En su obra abundan las Constanzas.
Luisa entró en el convento de las carmelitas reformadas en Alcalá , donde convivió con Santa Teresa, a quien Miguel conoció y de quien hablará con gran entusiasmo.
Teresa de Jesús (Óleo de Rubens) |
Juventud: Madrid, Roma, Lepanto
En 1566 Miguel cumple 19 años y un nuevo embargo obliga a la familia a abandonar Sevilla. Se trasladan a Madrid . Sus apuros económicos se verán aliviados con la muerte de la abuela, que deja herencia . También Andrea se buscó un protector rico que puso a flote, si no su virtud, sí su economía. Miguel podrá estudiar con el humanista López de Hoyos, que será quien primero descubra la asombrosa inteligencia de su alumno. Le recomienda estudiar letras. Así se inicia su camino en la literatura. La muerte de la reina Isabel de Valois , esposa de Felipe II es el motivo de la presentación de algunas composiciones del joven Cervantes. La reina había muerto a los veintitrés años al dar a luz a un niño, que nació muerto. Es la época del saturniano príncipe Carlos, que inspiró a Schiller y a Verdi, siglos más tarde. Las composiciones de Cervantes no dejan adivinar el genio del escritor. Son poemas que siguen la moda de la época, sin más pretensiones.
En estos años tiene lugar un episodio muy oscuro en la vida de nuestro autor y que aún no ha podido ser esclarecido. Parece que Cervantes tuvo un lance con la espada con un tal Antonio de Sigura, que era un albañil. El lance ocurrió en el recinto del Palacio Real, lo que estaba penado con severidad. La justicia persiguió a Cervantes que tuvo que huir, según unos a Valencia y de aquí a Barcelona y, según otros, al Languedoc. Estos lances eran muy frecuentes. Lope de Vega, Quevedo, Calderón, entre otros, se vieron en las mismas y Villamediana murió trinchado en una de estas. El caso es que en 1569, con 22 años, encontramos a Cervantes en Roma. En aquellos años, Roma no difería mucho de la Sevilla que Cervantes conocía, pero la moda del renacimiento a la cultura clásica que triunfaba en todas las artes, hacía imprescindible la visita a la ciudad eterna por parte de todo artista que se preciara. Era el centro de la cultura y el arte y Cervantes no se sustrajo a ese atractivo y a ello se refirió con frecuencia.
Cervantes entró al servicio del joven cardenal Acquaviva, que solo tenía un año más que Cervantes. El cardenal era culto y amante de las buenas letras y amigo de Ascanio Colonna, hijo del general que iba a capitanear la Armada que daría la batalla de Lepanto y a quien Cervantes dedicará la Galatea. Cervantes entró al servicio del cardenal como camarero, es decir, encargado de recibir visitas, acompañarle a la mesa, despachar comisiones, abrir la puerta, etc.
En 1570 Cervantes se alistó en la armada española, aliada de la república veneciana y el Vaticano contra el turco que avanzaba su dominio del Mediterráneo y amenazaba con apoderarse de más territorios. Cervantes se mostró siempre muy orgulloso de su paso por el ejército. Los soldados tenían una vida muy pintoresca. No llevaban uniforme sino que vestía cada uno como quisiera. Los españoles llamaban la atención por llevar una indumentaria muy adornada y algo extravagante, lo que les valió el mote de papagayos, por las plumas coloreadas con que se adornaban. Cervantes era arcabucero , con espada larga y morrión. El arcabuz era una especie de fusil de mano y de uso muy laborioso, como hemos visto en el cine,. El trabajo de la guerra era muy duro y peligroso. No estaba remunerado, sino que se remuneraba con el pillaje. El hermano pequeño de Miguel, Rodrigo Cervantes también se alistó como soldado. Las crónicas describen el grandioso espectáculo de la armada. Más de 300 naves y 80.000 hombres, casi tantos como los turcos. Si Cervantes hubiera sido inglés, ¡qué magnífica película habrían hecho en Holywood!.
La batalla de Lepanto (de artista desconocido). National Maritime Museum, Greenwich |
El 14 de septiembre de 1571 salió la flota a dar la batalla al turco, al que encontraron el 7 de octubre en el canal de Lepanto . Cervantes estaba muy enfermo, con fiebre muy alta y vómitos frecuentes, atendido por su hermano Rodrigo. A pesar de su estado, Miguel no quiso renunciar a ocupar su puesto de combate. Hay abundantes datos de su valor y datos veraces cuya lectura horroriza. Lo normal hubiese sido que muriesen todos, turcos y cristiano y que todos hubiesen perdido la batalla. En La Marquesa hubo cuarenta muertos y más de cien heridos. Entre ellos, Miguel, que recibió tres arcabuzazos, dos en el pecho y uno en la mano izquierda, lo que siempre llevó con inmenso orgullo. Cuando Avellaneda le llama viejo y manco, dirá :”Si mis heridas no resplandecen en los ojos de quien las mira son estimadas, a lo menos, en la estimación de los que saben donde se cobraron”. Tras la derrota del turco, Cervantes quedó en un viejo y decrépito hospital en Messina, donde pasó varios meses tratando de curar sus heridas, pero perdió el movimiento de su mano izquierda. Se quedará en Nápoles, ciudad que le gusta mucho y de la que hablará en "EL LICENCIADO VIDRIERA" en estos términos : “ciudad a su perecer y al de todos cuantos la han visto, la mejor de Europa y aun de todo el mundo “. Allí tuvo su primer encuentro amoroso, frecuentó academias y a algún poeta. Leyó y leyó y él vincularía esas lecturas a sus posteriores libros. La experiencia italiana fue determinante para él y así aparecerá en su obra.
Cautivo en Argel
En 1575 abandonará Italia embarcando con la flota española . Miguel y su hermano Rodrigo embarcaron en una galera, bautizada LA SOL para regresar a España, pero una serie de tormentas en el Mediterráneo hizo que La Sol quedara rezagada respecto al resto de las embarcaciones y fuera apresada por piratas berberiscos y se llevaron como cautivos a toda la tripulación a Argel. En su obra "EL TRATO DE ARGEL" nos cuenta la desoladora impresión que le produjo Argel. Dirá :
"Cuando
llegué cautivo y vi esta tierra
tan nombrada en el mundo, que en su seno
tantos
piratas cubre acoge y cierra,
no pude al llanto detener el freno"
Era Argel una ciudad muy poblada. Tenía más de cien mil habitantes, de los que veinticinco mil eran esclavos y vivía del descomunal negocio que era el apresamiento de infelices viajeros de las costas, que se llevaban en calidad de esclavos. Robaban las naves y pedían elevados rescates por los viajeros, que eran vendidos en Argel como esclavos. Miguel tuvo la suerte de no pasar ese trámite ya que pasó a ser posesión de un señor que lo tomó por una persona principal y pensó pedir un rescate enorme . Comenzaba así un cautiverio de más de cinco años . La única información que se posee de esos años es la que el autor ofrece en sus comedias :" EL TRATO DE ARGEL", "LA GRAN SULTANA" y "LOS BAÑOS DE ARGEL". Y sobre todo en el precioso relato del Quijote, del Cautivo. Cuánto sufrió Cervantes en su cautiverio lo cuenta él mismo , mientras la familia en Madrid, trataba de reunir el dinero para el rescate, lo que no resultaba fácil para una familia pobre. Vendieron lo poco que tenían . La desesperación de la madre era tal que ingenió una argucia: pidió ayuda al consejo de la cruzada y juró que era viuda y pedía ayuda para el rescate de sus dos hijos. La treta dio resultado y se le concedió un préstamo y se lo entregó a unos frailes que pensaban viajar a Argel en 1577. Cuando los frailes llegaron con el dinero recaudado, el dueño de Miguel subió el precio del rescate y se negó a negociar . Con el dinero de los frailes se liberó a su hermano Rodrigo. Miguel se arriesgó varias veces a la huida, a pesar de que, si fracasaba, las penas que se les aplicaba a los esclavos eran terribles :se les empalaba, se les apaleaba hasta morir,se les rebanaba la nariz y las orejas…
Mientras tanto, la madre en Madrid reunió trescientos ducados con muchas fatigas. Sacrificó las dotes de sus hijas Andrea y Magdalena, angustiada por no poder devolver el dinero prestado. Algunos historiadores la suponen recurriendo a la limosna. El dinero reunido, se lo entregó a los frailes trinitarios que con el dinero recaudado, se dirigieron a Argel para liberar a Miguel y lo consiguieron. Pero ahí no acababan sus problemas. Un tal Blanco Paz difamó el nombre de Cervantes atribuyéndole “cosas viciosas y feas”. Así que tuvo que hacer frente a esas acusaciones ante un tribunal eclesiástico, en el que declaró que conservaba intacta su fe cristiana y que las acusaciones de haber realizado cosas viciosas y feas eran totalmente infundadas.. la sodomía era práctica frecuente en Argel.
Rescate y primeras obras
Habían pasado doce años desde que dejó a su familia en Madrid y los encontró en una situación económica muy precaria, acosados por las deudas. El padre viejo y sin trabajo, las hermanas buscándose la protección de hombres que pudieran sacarlas a flote. De Rodrigo nada se sabe. Juan, el menor de los hermanos tampoco sabemos nada. Hay quien dice que se hizo cura… Miguel se entrega a la escritura. Publica una novela pastoril- "La Galatea" -, que era el género de moda a la búsqueda de un mecenas.
Portada de La Galatea (1585), primera obra publicada por
Miguel de Cervantes.
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Las tropas españolas tomaron las Azores y en Madrid se celebraron grandes fiestas con muchas representaciones teatrales en los corrales de comedias. El público se divertía mucho y prestaba poca o ninguna atención a lo que se representaba. Hasta que llegó el monstruo, Lope de Vega que cambió completamente aquella situación.
Cervantes logró colocar alguna de sus obras, lo que le reportó algún dinero, pero escaso y no pudo hacer frente a las deudas contraídas. Intentó enrolarse para ir a las Indias, pero fue rechazado. Mientras tanto, Miguel se enamora de Ana, una mujer casada con un tabernero. Cervantes debió de conocerla en la taberna en que vendía vino. No habla de ella, pero mantuvo el martelo durante varios meses y, de esa relación, nació Isabel en 1584, a la que llegó a reconocer tras la muerte del tabernero. La hija no solo no le proporcionó ninguna alegría a su padre sino que fue una fuente de disgustos para la vejez del escritor.
Tuvo que resolver unos asuntos en Esquivias y allí conoció a Catalina Salazar, que vivía con su madre, viuda. Catalina tenía 19 años y Miguel treinta y tres. Tras dos meses de noviazgo se casaron. De la familia de Cervantes no asistió nadie. En Esquivias Miguel sigue escribiendo y tres meses después de la boda, viaja a Madrid a tramitar la representación de sus obras por lo que recibe algún dinero. Abandona la escritura durante más de veinte años. Recluido en Esquivias se dedica a administrar los bienes de la familia de su mujer. Años después, en el prólogo a las "OCHO COMEDIAS", se refirió a esos años de silencio con una elegante frase: “tuve otras cosas en que ocuparme”. Para resolver asuntos económicos de la familia de su mujer viajó con frecuencia a Toledo, que era más populosa e importante que Madrid. Le gustaba Toledo a Cervantes y a ella le consagra la acción de "LA ILUSTRE FREGONA".
A los veintiocho meses de su matrimonio, Cervantes abandona pueblo y mujer en 1587. Desconocemos los motivos. Parece que Miguel decidió vivir su vida de modo independiente. Viaja a Sevilla, que era una ciudad rica y muy vital. Allí recibe el nombramiento de requisador de aceite y trigo gracias a alguna amistad influyente que tenía en Sevilla. Su primera comisión tuvo lugar en Écija, donde tenía plenos poderes para acopiar trigo para abastecimiento de la armada. Varios historiadores consideran escaso el viático de Cervantes: 12 reales diarios, comparado con la responsabilidad que conllevaba el cargo, pero es cierto que manejaba grandes cantidades de dinero y Cervantes conocerá la época más próspera de su vida. Los historiadores apuntan relatos diferentes a la vida de Cervantes en esta época. Manejaba dinero y lo gastaba con alegría. Parece que era generoso y muy aficionado al juego, como lo eran los ricos, los pobres, los reyes, nobles, plebeyos, rústicos y villanos. Cervantes que había pasado parte de su vida en el ejército, en cautiverio o en posadas de camino sabía jugar y jugaba fuerte. Lo cierto es que a pesar de las sospechas, Cervantes fue absuelto del delito de hurto ya que pudo probar su inocencia.
Regreso a Madrid y vuelve a visitar a Ana, la tabernera y madre de su hija y frecuenta los ambientes literarios. También viaja a Esquivias a reunirse con su esposa. Nueva decepción, ya que vuelve a solicitar se le admita para viajar a las Indias. Ya ha cumplido los cuarenta años y se encuentra desilusionado, pero escribe entonces el libro más ilusionado que existe, como es el Quijote. Vuelve a Sevilla para retomar el oficio de requisador de trigo. Desempeñará ese oficio hasta 1593. Fue denunciado por vender parte del trigo que recaudaba y fue arrestado en Castro del Río. No sabemos cuánto tiempo, pero no debió de ser mucho. Otra vez a Madrid donde pretende un puesto en la administración pública. Muere su suegra que deja una sustanciosa herencia, pero no a su yerno. Probablemente porque no le perdona su huída de Esquivias, pero también por temor a la liberalidad de Cervantes con el dinero Mientras tanto, consigue que Hacienda le comisione para cobrar atrasos de impuesto en el reino de Granada por valor de dos millones y medio de maravedíes. Después de onerosos trámites y de hacer un depósito ante notario que garantizase la suma recaudada con sus propios bienes. En 1594 está en Andalucía donde se le exige una liquidación de todo lo que se le adeudaba a las arcas reales. No era mucho lo que había recaudado. Solo 136.000 maravedíes. Tenía que viajar con ese dinero a Madrid, es decir, cruzar Despeñaperros con esa cantidad de dinero. Confió la cantidad a Simón Freire, un negociante sevillano, junto con 2000 reales suyos y el salario obtenido durante aquellos meses. Viaja a Madrid de donde le pide a Freire que le envíe el dinero que le había confiado. Freire había desaparecido. Un magistrado de la audiencia de Sevilla le reclama el dinero recaudado para la administración pública, es decir, dos millones y medio de maravedíes. Imposible para Cervantes hacerse cargo de esa cantidad, así que de vuelta a la cárcel. No sabemos con exactitud por cuánto tiempo. Cervantes envía un pliego de descargos al rey Felipe II quien ordena su liberación de inmediato y su presencia en Madrid para rendir cuentas, pero el juez con maniobras dilatorias le retiene unos meses más en prisión. Hasta abril de 1598. No se sabrá nada de él hasta 1600.
Publicación de la Primera Parte del Quijote
Primera edición del Quijote (1605).
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Muere el rey Felipe II y Cervantes escribe unos versos en su honor, que gustaron mucho y le dieron fama. En 1605 se publica la primera parte del Quijote. Felipe III aconsejado por el Duque de Lerma traslada la corte a Valladolid, donde se trasladará Cervantes con todas sus mujeres : sus hermanas, su sobrina, su hija Isabel y su esposa Catalina. Vivían en las afueras de la ciudad, frente al matadero y a espaldas del hospital de la Resurrección, a orillas del río Esgueva. Valladolid era una ciudad con carácter y empaque, con gran esplendor de palacios suntuosos y una imponente plaza mayor. A comienzos de 1605 se puso a la venta el Quijote en Madrid y Valladolid en una edición de 2000 ejemplares. El libro causó gran impacto por su genialidad, escrito por un poeta de segunda fila. Fue leído como un libro para hacer reír (cura la melancolía, hoy depresión) . El humor de Cervantes es de tal finura, que embelesa al lector. Tan grande fue el éxito que ese mismo año ya salió la segunda edición. Le iban bien las cosas a Cervantes y pudo permitirse el lujo de contratar a una sirvienta que se fue a vivir con las cinco mujeres de Cervantes que seguían cosiendo en el taller de costura que había establecido Isabel. Seguramente entonces empezó a escribir "EL COLOQUIO DE LOS PERROS", que se desarrolla en el hospital de la Resurrección, de Valladolid. Fue esa etapa de su vida, una de las más tranquilas y apacibles, pero pronto se verá truncada la tranquilidad con un desagradable episodio que tanto dolor causó a Miguel.
Frente a la casa de Cervantes vivía un matrimonio cuya esposa mantenía martelo con un navarro llamado Gaspar de Ezpeleta. Un noche este hombre gritaba escandalosamente pidiendo auxilio al estar malherido, muy probablemente acuchillado por el cornudo que pretendía eliminar a quien le había espectacularmente coronado. A socorrerlo bajaron algunos vecinos, entre ellos Cervantes. A poco acudieron el alcalde y sus alguaciles y allí mismo empezaron las pesquisas. Era evidente la culpabilidad del cornudo, pero era amigo del alcalde y había que buscar otro culpable de inmediato y allí estaba un tal Miguel de Cervantes a quien culpar y encarcelar. No fue muy larga su estancia en la cárcel, pero fue muy desagradable y amargó aún más la vida del escritor y, sobre todo, le dolió que se implicara a las mujeres de su familia, infamantemente apodadas LAS CERVANTAS, en las correrías del navarro, hombre rico y muy golfo.
Últimos años en Madrid
Al año siguiente,1606, la corte regresa a Madrid para lo que se precisaron 400 parejas de bueyes y 2000 hombres. El éxodo debió ser digno de verse. La mudanza dejó sin caballería a Valladolid y alrededores, con lo que la familia de Cervantes, que también regresaba a Madrid, tuvo que trasladarse a pie. Se instalaron en el barrio de Atocha, cerca de la imprenta de Juan de la Cuesta. El éxito del Quijote era enorme, también fuera de España. Hubo ediciones en Londres y Bruselas por las que su autor no recibió un solo céntimo. Su hija Isabel empezó a manifestarse como una mujer de un egoísmo feroz y con un carácter difícil, enfrentándose a todo aquel que osara contradecirla. Se había propuesto vivir mejor que su madre, la tabernera y que su padre, el poeta. Isabel se casó, tuvo una hija con otro hombre, enviudó, volvió a casarse y se fue a vivir con un viejo rico que la mantenía con su hija.
Después de increíbles situaciones propias de las comedias de enredo de la época, Cervantes consigue que Isabel se case y lleve una vida sin grandes escándalos. La vida de Cervantes debió de ser muy desgraciada en esta etapa. Se refugió en la escritura y la fe religiosa. De esta época, data la fundación de la Hermandad de Esclavos del Santísimo Sacramento. En estos años tuvo lugar la expulsión de los moriscos, lo que alegró mucho a Cervantes. El tenía muchas razones para odiar a moros y moriscos y todo lo que tuviera que ver con ellas. En "EL COLOQUIO DE LOS PERROS" los llama “esta morisma canalla” y la apellida de polilla, picaza y comadreja de los españoles, cuya ciencia no era otra que robarnos y hace decir a Ricote de la expulsión de los de su raza de España : “fue inspiración divina la que movió a su majestad pues no era bien criar la sierpe en el seno, teniendo los enemigos dentro de casa”.
Las relaciones con su hija son ya irreconciliables, mientras la fama del Quijote no cesaba de crecer, pero seguía siendo pobre. Tuvo lugar en su vida otro episodio que añadió amargura a su vida : conoció Cervantes al conde de Lemos, refinado poeta y mecenas de artistas. En 1610 fue nombrado virrey de Nápoles y decidió trasladarse con una corte de artistas y poetas. Cervantes pidió ser incluido en esa lista, pero su petición fue rechazada. Se sentía viejo, extenuado física y moralmente, pero se tuvo que resignar. Al conde de Lemos le había dedicado sus novelas ejemplares, a quien llamará “mi verdadero señor y bienhechor mío “. Magnífico prólogo, como todos los suyos, que contiene su retrato. El único fidedigno que tenemos:
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......"Éste que veis aquí,.de rostro aguileño, de cabello castaño, frente lisa y desembarazada, de alegres ojos y de nariz corva, aunque bien proporcionada; las barbas de plata, que no ha veinte años que fueron de oro, los bigotes grandes, la boca pequeña, los dientes ni menudos ni crecidos, porque no tiene sino seis, y ésos mal acondicionados y peor puestos, porque no tienen correspondencia los unos con los otros; el cuerpo entre dos extremos, ni grande, ni pequeño, la color viva, antes blanca que morena; algo cargado de espaldas, y no muy ligero de pies; éste digo que es el rostro del autor de La Galeta y de Don Quijote de la Mancha, y del que hizo el Viaje del Parnaso, a imitación del de César Caporal Perusino...."
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Es tan extraordinario ese retrato que parece que habla de otra persona, como si él observara a otro. Seguramente y sin proponérselo, nos ofrece también un retrato moral, presentándose como un hombre orgulloso y débil. Pero aún le quedaba más sufrimiento que soportar.
Era costumbre en la época copiar, plagiar y continuar obras literarias de otros autores (recordemos Lazarillo y Celestina). Lo que hará Avellaneda es aprovecharse de la ficción cervantina de que él no era el verdadero autor del Quijote, sino el moro Cide Hamete Benengeli. Estaba ya por la segunda parte cuando le sorprendió el libro de Avellaneda quien, además de plagiarle, le insulta y le llama viejo y manco. Cervantes tendrá la genialidad de hacer hablar a Don Quijote del apócrifo, con lo que resulta que este benefició al auténtico. Solo el poseedor de una técnica tan genial como Cervantes pudo convertir en literatura algo tan miserable.. La audacia de Cervantes fue enorme y espectacular. Su lección es portentosa : hace crítica y creación literaria a un tiempo. El mayor error de Avellaneda fue escribir contra Don Quijote y Sancho y no contra Cervantes. ¿quién era Avellaneda?. Han atribuido ese nombre a todos los autores contemporáneos de Cervantes, pero seguimos sin saberlo. En todo caso, aceleró la culminación de la segunda parte, que salió en 1615. Su superioridad respecto a la primera es notoria y admitida por todos. Con la muerte de Don Quijote, Cervantes cierra la más hermosa metáfora sobre la vida del hombre. La novela que empieza en un tono jocoso habrá arrancado más lágrimas a los lectores ante el derrumbe de todo : locura, libros de caballería, andanzas, amistad, amor. La muerte de Don Quijote es ejemplar. A Cervantes le quedaba poco tiempo. Suficiente para escribir el "PERSILES" con un prólogo que es una joya. Pocas palabras habrá más emocionadas y verdaderas, más tristes y más esperanzadas. Es difícil contener las lágrimas al leerlo.
Sabemos que murió el 22 de abril, días después que Shakespeare y que dejó a su mujer como testamentaria. Fue triste su vida y también su muerte, pero nos queda la amistad de Don Quijote, Sancho, Teresa, Don Diego de Miranda, caballero del verde gabán, Sansón Carrasco...y tantos personajes inolvidables. Se ha dicho que es un libro inagotable, que puede leerse 100 veces y siempre resulta nuevo, lo que le hace eternamente joven y nos hace pensar que es mucho más que un libro. Para nosotros, los lectores es algo distinto a lo largo de nuestra vida en cada lectura que hacemos.
Terminaré leyendo el prólogo al Persiles.
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Prólogo a "Los trabajos de Persiles y Sigismunda"
"Sucedió, pues, lector amantísimo, que, viniendo otros dos amigos y yo del famoso lugar de Esquivias, por mil causas famoso, una por sus ilustres linajes y otra por sus ilustrísimos vinos, sentí que a mis espaldas venía picando con gran priesa uno que, al parecer, traía deseo de alcanzarnos, y aun lo mostró dándonos voces que no picásemos tanto. Esperámosle, y llegó sobre una borrica un estudiante pardal, porque todo venía vestido de pardo, antiparas, zapato redondo y espada con contera, valona bruñida y con trenzas iguales; verdad es, no traía más de dos, porque se le venía a un lado la valona por momentos, y él traía sumo trabajo y cuenta de enderezarla.
Llegando a nosotros dijo
:
-¿Vuesas mercedes van a alcanzar algún oficio o prebenda a la corte, pues allá está su Ilustrísima de Toledo y su Majestad, ni más ni menos, según la priesa con que caminan?; que en verdad que a mi burra se le ha cantado el víctor de caminante más de una vez.
A lo cual respondió uno de mis compañeros:
-El rocín del señor Miguel de Cervantes tiene la culpa desto, porque es algo qué pasilargo.
Apenas hubo oído el estudiante el nombre de Cervantes, cuando, apeándose de su cabalgadura, cayéndosele aquí el cojín y allí el portamanteo, que con toda esta autoridad caminaba, arremetió a mí, y, acudiendo asirme de la mano izquierda, dijo:
-¡Sí, sí; éste es el manco sano, el famoso todo, el escritor alegre, y, finalmente, el regocijo de las musas!
Yo, que en tan poco espacio vi el grande encomio de mis alabanzas, parecióme ser descortesía no corresponder a ellas. Y así, abrazándole por el cuello, donde le eché a perder de todo punto la valona, le dije:
-Ese es un error donde han caído muchos aficionados ignorantes. Yo, señor, soy Cervantes, pero no el regocijo de las musas, ni ninguno de las demás baratijas que ha dicho vuesa merced; vuelva a cobrar su burra y suba, y caminemos en buena conversación lo poco que nos falta del camino.
Hízolo así el comedido estudiante, tuvimos algún tanto más las riendas, y con paso asentado seguimos nuestro camino, en el cual se trató de mi enfermedad, y el buen estudiante me desahució al momento, diciendo:
-Esta enfermedad es de hidropesía, que no la sanará toda el agua del mar Océano que dulcemente se bebiese. Vuesa merced, señor Cervantes, ponga tasa al beber, no olvidándose de comer, que con esto sanará sin otra medicina alguna.
-Eso me han dicho muchos -respondí yo-, pero así puedo dejar de beber a todo mi beneplácito, como si para sólo eso hubiera nacido. Mi vida se va acabando, y, al paso de las efeméridas de mis pulsos, que, a más tardar, acabarán su carrera este domingo, acabaré yo la de mi vida. En fuerte punto ha llegado vuesa merced a conocerme, pues no me queda espacio para mostrarme agradecido a la voluntad que vuesa merced me ha mostrado.
En esto llegamos a la puente de Toledo, y yo entré por ella, y él se apartó a entrar por la de Segovia.
Lo que se dirá de mi suceso, tendrá la fama cuidado, mis amigos gana de decilla, y yo mayor gana de escuchalla.
Tornéle a abrazar, volvióseme a ofrecer, picó a su burra, y dejóme tan mal dispuesto como él iba caballero en su burra, a quien había dado gran ocasión a mi pluma para escribir donaires; pero no son todos los tiempos unos: tiempo vendrá, quizá, donde, anudando este roto hilo, diga lo que aquí me falta, y lo que sé convenía.
¡Adiós, gracias; adiós, donaires; adiós, regocijados amigos; que yo me voy muriendo, y deseando veros presto contentos en la otra vida!
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**La Dra. Carmen Casado Linarejos, comenzó sus estudios de Filosofía y Letras en la Universidad de Valladolid y realizó la especialidad en Lengua y Literatura Española en la Universidad de Salamanca. Por cuestiones familiares se trasladó a Dinamarca, donde desempeñó el Lectorado de Español en la Universidad de Aarhus, mientras preparaba las oposiciones a Cátedra de Instituto Superior. Allí tuvo a sus tres hijos y, una vez aprobada las oposiciones de Enseñanza Media, en 1985 accedió, mediante concurso –oposición, a la plaza de Inspectora de Educación en la Dirección provincial de Zamora, donde permaneció hasta 1992, siendo Jefa del Servicio de Inspección.
En 1992 se incorporó a la docencia en el Instituto Central Jorge Manrique de Palencia, donde había estudiado su bachillerato. Allí permaneció hasta Setiembre de 2011 en que se jubiló como Catedrática Emérita.
Entre sus publicaciones destacamos:
“La Sociedad Peruana en las novelas de Ciro Alegría”. Universidad Complutense de Madrid. Año 1974. Sobresaliente cum laude. Tesis Doctoral sobre Literatura Indigenista Hispanoamericana.
“Estudio y selección de relato hispanoamericano contemporáneo”. Valladolid. Ed. Ámbito
“La poesía de Marcelino Garcia Velasco”. Academia Tello Téllez de Meneses . D. P. de Palencia
“Tres calas en la Novela española de la Postguerra: Juan García Hortelano, Juan Marsé y Juan Goytisolo. Revista Ínsula
"Antología del Cuento Hispanoamericano contemporáneo". Marzo de 1993
“En el Centenario de la Generación del 98”. Revista Ínsula. 1998
“Escritores españoles, bachilleres en el Instituto Jorge Manrique: Ramón Gómez de la Serna y Alejandro Casona”. Junta de Castilla y León. 2008
"Comentarios a una novela desconocida. Ignacio Prieto del Egido y la novela de la Patagonia" . Bilbao 2012.
“Trinidad Arroyo, la primera mujer bachiller del Instituto Jorge Manrique” . En “Sentir y potenciar Palencia". Caja España 2013
La Poesía de Marcelino García Velasco. Institución Tello Téllez de Meneses. Diputación de Palencia. Año 2013
“El Instituto Jorge Manrique: algunos apuntas para el estudio de un instituto histórico”. Ibídem.
“El estudio de la Poesía de José Maria Fernandez Nieto.” En prensa
Colaboradora habitual del diario “El Norte de Castilla “ de Valladolid, sobre el uso del Lenguaje Periodístico.