“Balmaseda. 100 Ilustres y Personajes en su Historia hasta 1900” por Julia Gómez Prieto
Se trata de la última obra de la autora, socia y secretaria de AMUB, Doctora en Historia Moderna y Profesora Emérita de la Universidad de Deusto. El libro ha aparecido el pasado mes de noviembre y fue presentado en la sección de novedades de la última Azoka/Feria del Libro y Disco Vasco de Durango. Editado con el apoyo del Ayuntamiento de Balmaseda, la Universidad de Deusto, la Fundación Española de Historia Moderna y la R.S.B.A.P.
A lo largo de 425 páginas y con más de 60 fotografías en color, tiene por objeto rescatar el recuerdo de aquellos balmasedanos cuya trayectoria vital es digna de memoria. Se trata de “un pequeño diccionario biográfico” de los hijos ilustres de Balmaseda nacidos antes de 1900, que abarcan las más dispares funciones y actividades.
Entre los medievales, destacan los militares, los nobles y los cortesanos reales, así como un notorio representante de la innovación en la industria ferrera, Marcos de Zumalabe. En el siglo XVI surge una saga de destacados comerciantes pioneros con América: los Urrutia. Siguen los cronistas, los religiosos y jurisconsultos, y los primeros artistas, en una saga familiar de pintores de temática religiosa. También un marino excepcional: el Almirante Diego de Urrutia.
El XVII es el siglo de los fundadores. Tres de ellos en el ámbito religioso; uno en Balmaseda que, desde Panamá funda el Convento de Clarisas, y otros dos en Lima y Cuzco, en el Virreinato del Perú. Y un militar, fundador y colonizador en Cuba, Severino de Manzaneda. Varios teólogos de renombre y un marqués de altos vuelos, el de Legarda, al que retrató Murillo.
En el siglo XVIII, altos funcionarios de la administración colonial en América, tanto civiles como militares; y un pionero de la técnica en México, Juan de la Granja. Por último, un Capitán General de importancia singular: José de Urrutia y las Casas, inmortalizado por Goya.
El siglo XIX nos ofrece un panorama magnífico de técnicos y políticos de gran nivel, así como historiadores, diputados, financieros, arquitectos e ingenieros. También industriales ferreros como los Antuñano, y un reconocido pintor. Termina la centuria con los Indianos que transformaron la villa con sus caudales.
No es sorprendente que en este elenco sea notoria la ausencia de la mujer. El rol femenino ha sido, en general, muy discreto en la historia hasta épocas muy recientes y Balmaseda no es una excepción. Para paliar en parte este déficit la autora trabaja actualmente en una investigación sobre la función social de la mujer en la historia de Balmaseda y cuyo resultado verá a la luz en breve.
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