miércoles, 31 de enero de 2024

La liebre con ojos de ámbar. Una herencia oculta Edmund de Waal

 




Aunque el comienzo de la tertulia hizo creer que no había sido una lectura apasionante para algunas........ a medida que avanzamos , comentamos y analizamos con la ayuda de la socia que hizo una magnífica presentación y nos llevó de la mano por vericuetos que habíamos analizado poco .......nos gustó muchísimo . 

Todas de acuerdo que era una novela culta. Una especie de repaso de historia, pintura y política de un largo periodo de tiempo. Alusiones a grandes literatos como Proust.

También comentarios sobre el autor y su profesión de ceramista que le da una sensibilidad especial. Nos hizo sentir por medio de algunas descripciones "el sentido del tacto". 


Una historia de vidas vividas .


Un libro que merece ser leído y desde luego comentado en profundidad. 


Hubo comentarios de tertulianas que conocían las calles que describe de Paris y que incluso habían visitado alguno de los palacios de la zona. 


Lo mismo ocurrió con Viena. También hubo oportunidad de ver unos netzuke que aportó una socia.

En resumen, fue una buena tertulia.




El autor, Edmund de Waal, Nottinham 10/09/1964, inglés, artista, ceramista,
profesor de universidad es descendiente de la familia Ephrussi, judios rusos,
banqueros, aristócratas, artistas…cuya historia narra en la novela
Desde los cinco años mostró gran interés por la cerámica. Estudió en
Cambridge. En 1991 obtuvo una beca para estudiar japonés durante dos
años; el primero en Inglaterra, el segundo en Japón. Allí, dos tardes por
semana, empezó a trabajar la porcelana y una tarde por semana la pasaba
con su tío Iggie.
En 2010 publicó La liebre con los ojos de ámbar que narra la historia de la
familia judía de los Ephrussi.
En 2011, la novela recibió el premio Costa Book
de biografía y el Ondaatje de la Royal hhrussi of Literature. En 2015, el
premio de la literatura de no ficción Windham Campibell.
Algunos historiadores encuentran inexactitudes en la narración de hechos y
personajes. Por ejemplo el historiador Roman Sandgruber precisa que E.
Waal sobrestima la riqueza de su bisabuelo Viktos Ephrussi; no era el
segundo banquero más rico de Viena como afirma el autor. Y el historiador
Oliver Rathkolb no ha encontrado evidencias de la existencia de Anna.
Previos, el género de la obra
En primer lugar nos detenemos en el género de la obra. Parece un género
mixto; narración de hechos históricos, biografía de la familia Ephrussi y de
los netsuke, autobiografía del autor en tanto que aparecen comentarios y
vivencias propias del autor en primera persona.

Se podría decir que pertenece a la literatura memorialísta, pero el autor,
Edmond de Waal ha hecho una labor de investigación por archivos,
documentos y museos, más que de memoria, la excepción está representada
por la utilización del diario de la abuela Elisabeth. Por otro lado, nos confiesa
que no le gusta este tipo de literatura que ahonda en la vida íntima de las
personas.
Por tanto, utilización de primera persona en descripciones, memoria,
comentarios y reflexiones y tercera persona en la narración e investigación.
Todo concluye en un descubrimiento de sí mismo, lo que confiesa al final del
libro y del viaje de cerca de dos años empleados en recopilar datos. El viaje
como metáfora de la vida. Su vida y la de su familia.
Temas
En La liebre con ojos de ámbar, título que se refiere a uno de los netsuke, se
abordan diferentes temas. La familia, la historia y la cerámica. Conviene
recordar que Waal es un artista ceramista, con obras expuestas en museos.
La cerámica se desarrolla en torno a los netsuke. La familia se centra en sus
antepasados los Ephrussi, banqueros, aristócratas, coleccionistas. La historia
recorre desde los siglos XIX y XX, con especial detenimiento en los años
previos a la segunda Guerra Mundial por la nefasta repercusión que estos
acontecimientos tuvieron en su familia judía, perseguida, expoliada y errante
intentando escapar del genocidio.
Por tanto hay más de una línea narrativa que se entrelazan. Por un lado, el
viaje del autor de casi dos años. El viaje e los netsuke desde su creación en
Japón en 1856, hasta su depósito en Inglaterra en la actualidad, pasando por
París, Viena y el colchón de Anna, la criada. Y por último, el viaje de la familia
Ephrussi desde el siglo XIX hasta la actualidad. Todo ello enmarcado por los
acontecimientos políticos de esos siglos en el mundo
Estructura
La narración se estructura en dos círculos concéntricos. El círculo externo
está compuesto por el prefacio y la coda.
En el prefacio nos cuenta cómo empezó su intención de escribir la novela. Se
aunaron su interés por la cerámica y la convivencia en Japón con su tío
abuelo Iggie. Tras la muerte de Iggie, su amigo Jiro le confiere el cuidado de
los 264 netsuke, figuras no más grandes que una caja de cerillsa de marfil o
madera. Estas pequeñas figuras habían sido compradas por Charles
Ephrussi (Odesa1849-París 1905) que los regaló a su primo Viktor Ephrussi
(Odesa 1960-Tanbridge Well 1945), con motivo de su matrimonio en 1870
con Emmy Scheley von Koromla. Encuentra unidos los netsuke a la familia
Ephrussi.
Los netsuke funcionan en la obra a la manera de la magdalena de Proust,
como arranque de A la búsqueda del tiempo perdido. Proust tiene importante
presencia en la novela. Edmund de Waal inicia el libro con una esclarecedora
cita de Proust, por boca de Charles Swann en Sodoma y Gomorra. En ella se
descubre la importancia de las cosas, en tanto que son exponentes de
vivencias, de trozos de vida, guardianes de sentimientos experimentados.
Los netsuke articulan la columna vertebral de la narración. Proust aparecerá
de nuevo en el círculo de amistades de Charles Ephrussi en París. Proust se
fijará en Charles Ephrussi para caracterizar en parte a su personaje Charles
Swuann.
En la coda nos habla del final del viaje. A decir verdad del viaje realizado
después del viaje de investigación y recopilación de información sobre la
familia. En la coda nos cuenta su visita Odesa, lugar de partida de la familia
Epfrussi en el siglo XIX, hacia el oeste: París, Viena, Kövecses, Tunnbridge
Wells…
El círculo interno de la estructura se ocupa del viaje emprendido por el autor
tras la pista de los netsuke y al reencuentro espiritual con sus antepasados.
En París encuentra a Charles Ephrussi coleccionista, comprador de los 264
netsuke.Este encuentro da ocasión al autor a contarnos, a través del círculo
de amigos de Charles Ephrussi, del ambiente socio-cultural de la época en la
ciudad. Escritores, pintores impresionistas, el gusto por lo japonés, apertura
de la primera tienda de objetos japoneses en París.
En Viena vive Viktor Ephrussi, banquero, receptor de los netsuke. En esta
época, la anexión de Austria a Alemania, el ascenso del nazismo, la segunda
Guerra Mundial provocan el éxodo de los miembros de la familia Ephrussi a
tierras más seguras; Inglaterra, Estados Unidos.
Después de la guerra, en Japón se produce el encuentro con el tío abuelo
Iggie (Viena 1906-Tokyo 1994)
En esta parte de la obra, cobra especial importancia la descripción de
objetos, grandes y pequeños, artísticos y comunes. Se nos describen por
dentro y por fuera los palacios habitados por la familia en París y en Viena.
La enumeración y descripción del mobiliario de todos ellos, los cuadros, los
adornos, telas y colores de las ropas que usaban. Y especial detenimiento en
el dorado del artesonado y de los objetos en general. Predomina el primer
plano minucioso.
El espacio
Los Ephrussi, judíos rusos, del suroeste del país, inician su andadura hacia
el centro y oeste de Europa. Es un periplo que también realizará el autor:
Odesa, París, Viena, Inglaterra, Estados Unidos, Japón...entre otros lugares
habitados por la familia.
Son lugares muy significativos, porque París es un gran centro cultural;
literatura, pintura impresionista, receptor de la cultura japonesa
Viena, Austria será el enclave fundamental en el desarrollo de los
acontecimientos que desembocarán en la segunda Guerra Mundial.
Los personajes
De Waal se circunscribe a unos cuantos antepasados. Charles Ephrussi que
va de Odesa a París, es coleccionista y compra los netsuke que regalará a
su primo Viktor con motivo de la boda de éste. El autor nos lo presenta culto
y elegante.
Los amigos escritores y pintores impresionistas de Charles Ephrussi,
seducidos por la cultura y objetos japoneses
Viktor Ephrussi, banquero, que lo pierde todo el patrimonio por los
acontecimientos políticos y que ha de marchar de Viena si no quiere también
perder la vida.
La abuela Elisabeth, cuyos diarios serán de gran utilidad al autor para
reconstruir parte de la vida de la familia en Viena
Iggie, tío abuelo que a través de Jiro le confiará los netsuke
Los netsuke, Japón 1856, Inglaterra en la actualidad.
Conclusión
El autor recupera la historia de la familia Ephrussi, al mismo tiempo que
sigue la pista de los netsuke. Muestra especial detenimiento en todos los
objetos que encuentra y que describe minuciosamente, con cariño y esmero.
En este viaje se encuentra a sí mismo como confiesa al final de la obra. El
viaje como metáfora de la vida. En definitiva es esta una de las funciones de
la biografía; indagar sobre el propio yo. Amén de otros objetivos como el
ajuste de cuentas y la loa del biografiado. Un poco de todo hay en la obra

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