domingo, 9 de octubre de 2011

Navegaciones y sueños de una a otra lengua



JOAQUIN MARTA SOSA 

Resumen de la Conferencia realizada en los salones del Colegio de Licenciados de Bizkaia para la Asociación AMUB,  el 20 de Junio de 2011


              El escritor y profesor de la Universidad Simón Bolívar de Caracas, Dr  Joaquín Marta Sosa nació en Nogueira, Portugal, pero inmigró con su familia a Venezuela cuando aún era muy pequeño. Sosa es uno de los grandes poetas venezolanos de las últimas décadas y ocupa la silla marcada con la letra E en la Academia Venezolana de la Lengua desde agosto del 2010.             
             Ha publicado una docena de libros entre los que se encuentran títulos poéticos como Las manos del viento (Bartleby Editores, Madrid, 2002), Domicilios del mar (Libri Amicis, Caracas, 2003) y El río solitario (Libri Amicis, Caracas, 2004). En sus dos últimos poemarios, Campanas de Nogueira y Gangia, profundiza en la metáfora privada de cartografías diversas entre su pueblo de la infancia y una India explorada en la madurez. Su última referencia es “Amares” en 2007 y ya tiene lista una nueva colección poética, así como un libro de cuentos.
             El Dr. Marta Sosa participó a últimos de mayo en una sesión poética organizada por ARTIUM en Vitoria-Gasteiz y durante su estancia en el País Vasco nos deleitó con una Conferencia, accediendo a la petición de Maria Elisa Zorriqueta amiga personal y de su familia. La plática tuvo como base su discurso de entrada en la Academia Venezolana de la Lengua, correspondiente de la Academia Española. Y que es un vivo trasunto de su llegada, vida y aprendizaje en su Venezuela del alma. Trascribimos las ideas más relevantes de la misma.

          “Andando con mis torpes pasos callejeros, me atrevo a recordar a Fernando Pessoa. que su patria es la lengua portuguesa, no Portugal sino su lengua. Si esto es cierto, la fortuna de poseer dos patrias, la de la lengua pessoana y la de esta otra, la que se construyó entre nosotros, venezolanos, con la argamasa vital de Castilla pasada por una larga y fructífera cultura de mestizaje. En estas breves líneas ya lo he dicho todo, pero la historia es más larga.”
         “Empezaré por el niño que fui unos sesenta y tantos años atrás, ingenuo habitante de una aldea anónima del norte portugués, Nogueira, cercana al mar (toda una premonición), pobre, rural, honesta, trabajadora, clerical.”
          “Los libros, aunque también se los pueden llevar y quemar, siguen existiendo porque alguien, muchos, en otros lugares los tienen y los leen,”
          “En Nogueira, mi lengua era puramente oral, no pasaba de ser habla y en esa lengua convivían varias hablas. La de los adultos resultaba casi siempre incomprensible, salvo en aquellos vocablos que aludían a los materiales terrestres: pan, aceite, gripe, diarrea, vaca, vino, fuera. La de los niños, la mía, era una lengua ruidosa, que jamás descendía al murmullo, era alta y clara”.
          “Con esas dos coexistía la de los comerciantes, la más sabia de las lenguas, para explicar los misterios de la anatomía de las cosas que vendían.“Y aún debo dar cuenta de una cuarta, la de los curas sucesivos de la iglesia del pueblo, formal, ritualista, ceremoniosa, incomprensible en general, particularmente para los niños  de la que solo aprendí de memoria, una frase: “Y Jesús dijo, dejad que los niños vengan a mí”,  Y me preguntaba quien seria ese Jesús que nos quería ver cerca”
.         “Así era la lengua que llevaba en sus bolsillos aquel niño que sale de Nogueira una madrugada del marzo invernal de 1947. Atravesar la Mar Océano como la llamó el Almirante, fue una experiencia deliciosa, una aventura en el sentido más gozoso del vocablo. Saber que el mundo no terminaba en mi pueblo, Y, al toparme con una lengua incomprensible sufrí el asombro mayor,  pero esta desilusión  me empujó a la alegría de saber que había otra lengua y que aprendiéndola ahora sí que voy a saberlo todo.”
            “Pero eso de aprender a hablar de nuevo sí que me perturbó, y me convierto en diana de todas las burlas del barrio de Sarría,  donde comencé a masticar un venezolano con más o menos  cruces de mexicanismos y argentinismos que me ofrecieron las modalidades de una lengua común.”.
           “Uno de los hechos más curiosos, y que me ha dado vueltas por la cabeza todos estos años, es el de mi dificultad inicial tanto para hablar como para escribir, digamos, cartesiana, racional y cerebralmente, en la lengua.   Poco después, el periodismo vino en mi auxilio. Me hice adicto a la elaboración de periódicos murales en la escuela y en el colegio, a que iba adquiriendo con lentitud pero de modo creciente. Y la poesía también vino en mi auxilio. Vean, años después mi primera publicación fue un libro de poemas, a los que siguieron otros, y pasado otro buen tiempo terminé dirigiendo un diario y hasta un canal de televisión. . Mi poemario Sol cotidiano (1981), y muchos otros poemas, fue el intento de hermanar en la complicidad al periodismo y la poesía, respiración y corazón, cuando son buenos, de buena parte de lo mejor de cada lengua.”
          “Es el momento de presentarles a Helena Benítez. Soltera a sus cuarenta y tantos, regentaba una “Escuela paga”, es decir, enseñaba primeras letras y aritmética por un estipendio semanal. Allí empezamos todos los del barrio a enfrentarnos con la gaya ciencia, yo era el único hijo de musiues y musiú yo mismo. Con la maestra Helena, cariñosa y suave, maternal con sus diecisiete alumnos, de ésas que algún día soñamos que se llenaría el país para empinarlo, supe, por fin, de las razones de mi tío-abuelo, porque ella me enseñó a leer y a escribir, que en mi contabilidad de hoy han sido mis instrumentos fundamentales para abrirme camino, y que he usado hasta la extenuación”.
        
           “Con la democracia tengo otra deuda agradecida. La Constitución de 1961 admitió una norma que permitía a los inmigrantes llegados al país antes de los siete años de edad (era mi caso), adquirir la totalidad de los derechos del venezolano por nacimiento. Así, el 27 de febrero de 1970 pude cumplir el sueño, el sueño mágico, de ser venezolano a plenitud. Fui el primer caso al que se aplicó esa norma constitucional, el que abrió a miles de inmigrantes la añorada posibilidad de ser venezolanos “de primera”, es decir, sin recortes en sus derechos y deberes”

                Aunque crea poesía desde hace cuatro décadas —junto a Víctor Jara escribió la canción popular venezolana Cuando seas grande— también escribe sobre temas literarios, estéticos, educativos y socio-políticos. Además, en su faceta de periodista, llegó a director de El Diario de Caracas y presidente de Venezolana de Televisión.
 
En la foto, el Dr Marta Sosa, entre Raquel Pérez Miranda,  presidenta de AMUB, a la izquierda y María Elisa Zorriqueta

Para conocer al completo el Discurso de Ingreso en la Academia haz clic en este enlace:  http://prodavinci.com/2010/08/02/artes/navegaciones-y-suenos-de-una-a-otra-lengua/


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