Cuarta y última parte de la Conferencia "Teresa de Jesús y el don de ser Mujer y Apóstol".
Por Sor Estibaliz Reino Prada. O.C.D.
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Teresa de Jesús, de Fundadora a Santa y Doctora
No pretendo alargarme en esto. Solo quiero dar un apunte sobre qué fecundidad tiene una vida cuando arraiga en el Evangelio. Quiso Dios que a Teresa le quedase un tiempo para poner por obra todo lo que había entendido en la oración, en ese trato de amistad con el Amigo que nunca falla. Veinte años de una actividad desbordante. Enferma y todo como estaba: hoy sabemos que con un cáncer de útero, andando por esos caminos, al frío del invierno y al asfixiante calor de tierras de Castilla y Andalucía.
Entre 1562, que sale de la Encarnación para fundar San José y 1582, que muere en Alba de Tormes, escribe las dos redacciones del Libro de la Vida, dos redacciones de Camino de Perfección, Fundaciones y Castillo interior o Moradas. Todas ellas y algunas más de carácter más breve, como Meditación de los Cantares, Modo de visitar conventos…que se convertirán en obras de la mejor prosa castellana de todos los tiempos y verdaderos tratados de la mejor espiritualidad. Teresa rompe las fronteras que tenían relegadas a las mujeres a la vida privada. Y en un ambiente hostil eclesiástico para los espirituales y para las mujeres, se convierte en Maestra de espirituales.
En estos 20 últimos años de vida Teresa siembra evangelio por toda la geografía española. No creo que sean otra cosa nuestras pequeñas comunidades.
Sus Carmelos están llamados a testimoniar con la vida los valores del Evangelio. Son, por tanto, la mejor contestación a una sociedad e Iglesia que no vivía en ellos o no siempre los defendió.
En sus conventos no habrá clases, ni se nombrarán linajes. Todas por igual se empeñarán en amarse y ayudarse a lo único que importa, que es darse del todo al Todo, sin hacerse partes. No les preocupará el dinero o limpieza de sangre de las candidatas, sino las cualidades y el deseo de contentar solo a Dios que traigan. Una vida sencilla, sobria, laboriosa. Sin ataduras ni de deudos ni de confesores. Mucha libertad dentro en todo: en el respeto a cada una, a su momento, a su condición. Y libertad con los de fuera: no permitir que nadie de fuera quite la paz a la comunidad. Sea la comunidad la protagonista de su propia historia. Por eso comunidades autónomas, pero muy unidas por lazos de caridad unas con otras.
En su afán de sembrar el Evangelio, no le detendrá el hecho de ser mujer ni a la hora de fundar frailes. Creo que es el único caso en la historia.
No se entiende Teresa fuera de la Iglesia. No tendría sentido. Ella es fruto de una Iglesia fiel a Cristo. Amó la Iglesia con todo su ser, aunque no pudo vivir en sintonía con la institución.
Famosa se ha hecho la frase con la que la Madre Teresa se despide del mundo. El empuje del Evangelio la llevó, sin pretenderlo “a priori”, a trasgredir normas, a convertirse en un verdadero quebradero de cabeza para los defendedores del orden establecido. No encontraron en ella motivo para condenarla, pero, sin duda, temió en algún momento que pudieran hacerlo.
No faltaron quienes hasta en la última hora la juzgaron sin piedad, tal es el caso del nuncio Felipe Sega que le dedicó estas palabras: “fémina inquieta, andariega, desobediente y contumaz que a título de devoción inventa malas doctrinas, andando fuera de la clausura contra el orden del concilio tridentino y prelados. Enseñando como maestra contra lo que san Pablo enseñó, mandando que las mujeres no enseñaran".
De él dirá ella: “Murió un nuncio santo que favorecía mucho la virtud, y así estimaba los Descalzos. Vino otro, que parecía le había enviado Dios para ejercitarnos en padecer”[F 28,3]
Si sus últimos 20 años son un verdadero maratón, su carrera después de muerta resulta meteórica:
Que todo ello no nos haga olvidar que detrás de la gran Teresa de Jesús hay una historia de pobreza, sufrimiento, incomprensión y lucha, que, si no saca Dios adelante, hoy nadie conocería.
No podemos definirla como una feminista. Su defensa de la mujer, como la de cualquier colectivo marginado, los pobres, por ejemplo, arranca en ella por el grito del Evangelio. De tal modo, que pudiéramos deducir que cualquier discriminación hoy para los cristianos, es un problema de conversión. Para seguir sus pasos: determinarnos a hacer lo poquito que esté en nosotros y vivir el evangelio.
Por Sor Estibaliz Reino Prada. O.C.D.
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Juan Martín Cabezalero. La Comunión de Santa Teresa. 1670. Museo Lázaro Galdiano. Madrid |
Teresa de Jesús, de Fundadora a Santa y Doctora
4.- Una vida fecunda
No pretendo alargarme en esto. Solo quiero dar un apunte sobre qué fecundidad tiene una vida cuando arraiga en el Evangelio. Quiso Dios que a Teresa le quedase un tiempo para poner por obra todo lo que había entendido en la oración, en ese trato de amistad con el Amigo que nunca falla. Veinte años de una actividad desbordante. Enferma y todo como estaba: hoy sabemos que con un cáncer de útero, andando por esos caminos, al frío del invierno y al asfixiante calor de tierras de Castilla y Andalucía.
4.1 Su obra escrita
Entre 1562, que sale de la Encarnación para fundar San José y 1582, que muere en Alba de Tormes, escribe las dos redacciones del Libro de la Vida, dos redacciones de Camino de Perfección, Fundaciones y Castillo interior o Moradas. Todas ellas y algunas más de carácter más breve, como Meditación de los Cantares, Modo de visitar conventos…que se convertirán en obras de la mejor prosa castellana de todos los tiempos y verdaderos tratados de la mejor espiritualidad. Teresa rompe las fronteras que tenían relegadas a las mujeres a la vida privada. Y en un ambiente hostil eclesiástico para los espirituales y para las mujeres, se convierte en Maestra de espirituales.
4.2 Su obra fundacional
Mapa de las Fundaciones de Teresa de Jesús |
En estos 20 últimos años de vida Teresa siembra evangelio por toda la geografía española. No creo que sean otra cosa nuestras pequeñas comunidades.
- Ávila 1562
- Medina 1567
- Malagón 1568
- Valladolid 1568
- Duruelo 1568
- Toledo 1569
- Pastrana 1569
- Salamanca 1570
- Alba de Tormes 1571
- Segovia 1574
- Beas 1575
- Sevilla 1575
- Caravaca 1576
- Villanueva de la Jara 1580
- Palencia 1581
- Soria 1581
- Burgos 1582
Sus Carmelos están llamados a testimoniar con la vida los valores del Evangelio. Son, por tanto, la mejor contestación a una sociedad e Iglesia que no vivía en ellos o no siempre los defendió.
En sus conventos no habrá clases, ni se nombrarán linajes. Todas por igual se empeñarán en amarse y ayudarse a lo único que importa, que es darse del todo al Todo, sin hacerse partes. No les preocupará el dinero o limpieza de sangre de las candidatas, sino las cualidades y el deseo de contentar solo a Dios que traigan. Una vida sencilla, sobria, laboriosa. Sin ataduras ni de deudos ni de confesores. Mucha libertad dentro en todo: en el respeto a cada una, a su momento, a su condición. Y libertad con los de fuera: no permitir que nadie de fuera quite la paz a la comunidad. Sea la comunidad la protagonista de su propia historia. Por eso comunidades autónomas, pero muy unidas por lazos de caridad unas con otras.
En su afán de sembrar el Evangelio, no le detendrá el hecho de ser mujer ni a la hora de fundar frailes. Creo que es el único caso en la historia.
1582: Al fin, muero hija de la Iglesia
Monasterio de la Encarnación. Ávila |
No se entiende Teresa fuera de la Iglesia. No tendría sentido. Ella es fruto de una Iglesia fiel a Cristo. Amó la Iglesia con todo su ser, aunque no pudo vivir en sintonía con la institución.
Famosa se ha hecho la frase con la que la Madre Teresa se despide del mundo. El empuje del Evangelio la llevó, sin pretenderlo “a priori”, a trasgredir normas, a convertirse en un verdadero quebradero de cabeza para los defendedores del orden establecido. No encontraron en ella motivo para condenarla, pero, sin duda, temió en algún momento que pudieran hacerlo.
No faltaron quienes hasta en la última hora la juzgaron sin piedad, tal es el caso del nuncio Felipe Sega que le dedicó estas palabras: “fémina inquieta, andariega, desobediente y contumaz que a título de devoción inventa malas doctrinas, andando fuera de la clausura contra el orden del concilio tridentino y prelados. Enseñando como maestra contra lo que san Pablo enseñó, mandando que las mujeres no enseñaran".
De él dirá ella: “Murió un nuncio santo que favorecía mucho la virtud, y así estimaba los Descalzos. Vino otro, que parecía le había enviado Dios para ejercitarnos en padecer”[F 28,3]
Si sus últimos 20 años son un verdadero maratón, su carrera después de muerta resulta meteórica:
- 1614: El 14 de abril es beatificada por el Papa Paulo V.
- 1622: El 12 de marzo de 1622 es canonizada por el Papa Gregorio XV.
- 1970: El 27 de septiembre es proclamada por el Papa Pablo VI doctora de la Iglesia. La primera mujer doctora de la Iglesia
Que todo ello no nos haga olvidar que detrás de la gran Teresa de Jesús hay una historia de pobreza, sufrimiento, incomprensión y lucha, que, si no saca Dios adelante, hoy nadie conocería.
No podemos definirla como una feminista. Su defensa de la mujer, como la de cualquier colectivo marginado, los pobres, por ejemplo, arranca en ella por el grito del Evangelio. De tal modo, que pudiéramos deducir que cualquier discriminación hoy para los cristianos, es un problema de conversión. Para seguir sus pasos: determinarnos a hacer lo poquito que esté en nosotros y vivir el evangelio.
FIN
Ver primera parte de esta conferencia aquí
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