miércoles, 29 de enero de 2020

Nuestro Desayuno Literario de enero


Hoy nos hemos reunido unas cuantas socias para comentar el libro del mes. En torno a un desayuno generoso nos hemos explayado a gusto sobre la obra de Marisa Madieri.







Nos enfrentamos a una novela en la que nos parecería que hay dos narraciones dentro del mismo libro. Una es la novela en si y la otra narración es poco conocida o habitual. Es el Posfacio. Es común los prólogos previos a la narración, normalmente escritos por literatos, profesores, periodistas, pero éste Posfacio está narrado por su marido, Claudio Magris el hombre que más la conoció y que tanto amó. 

Claudio Magris

Este Posfacio comienza con un pensamiento de Nietzsche “Somos profundos, volvamos a ser claros”. Estas palabras describen a la perfección a Madieri, a su poesía, a su narrativa clara, sencilla, a la que todos podemos acceder y comprender.   El agua es un gran elemento de la escritura de Madieri y le sugirió paisajes esenciales en su vida de plenitud, abandono, soledad, misterio. Los horizontes adriáticos de Verde agua y otros escenarios que vemos en la prosa casi lírica de Marisa.

Marisa Madieri
Verde agua es en primer lugar el testimonio de un drama histórico, de una experiencia colectiva, de una vivencia personal.



Su hilo conductor, es el resurgir del éxodo Istriano, tema que a casi todas las socias nos resultó desconocido, pero ante todo el protagonista es el fluir del tiempo con continuo movimiento de escritura adelante y atrás.


Se habló mucho de la ternura que era capaz de expresar incluso en situaciones tan penosas como las de El Silos de Trieste.
De la atención que dedica a las mujeres de su vida. Unas ejemplares, otras no tanto, pero TODAS fuertes y extraordinarias en el papel que les tocó vivir. De la fuerza y belleza de la descriptiva.
También, como no,  su gran religiosidad que es el eje de su vida y de donde saca fuerzas para el día a día. 

Llama a Dios LA GRAN MEMORIA dada la temporalidad de todo cuanto le rodea .
De su dedicación, ya adulta a distintas obras sociales en las que siempre están presentes 
"los niños".


También hubo a quien no le atrapó la historia, pero le interesó.
Lo que queda claro es que todas habíamos leído el mismo libro, pero cada una tenía su interpretación y opinión, como corresponde en una buena tertulia.Y esta lo fue.

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